La necesidad es mayor ahora que en cualquier otro momento desde la Gran Depresión, un lugar donde las voces de los que estamos hablando (o cantar) por el bienestar del 99% se puede escuchar a nivel local y nacional, y por la otra, para formar las redes de apoyo y comunicación que pueden transformar nuestra sociedad en descomposición. Veo KPFT y Pacifica como catalizador, reuniendo a las personas y las ideas que pueden facilitar esa transformación. Para ello, abogo por convertirse en programadores oyentes. Para resolver las dificultades internas en la comunicación y aceptación de unos a otros, yo abogo por la creación de un Consejo del Programa donde los temas de lo que deberÃa estar en el aire se puede discutir, ya que los programadores que sentÃan que eran tratados injustamente podrÃa apelar. Les pido su voto el primer lugar.
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